Este sábado, 12 de
noviembre, conmemoramos el natalicio
de uno de los más grandes guitarristas
clásicos venezolanos, quien además fue muy distinguido en el ámbito
internacional junto a Antonio Lauro, Rodrigo Riera, Raúl Borges, José Rafael
Cisneros y Luis Zea; nos referimos a Alirio Díaz, el maestro de la música,
conocido también como la “Guitarra de
Venezuela”.
Alirio Díaz nació en el Caserío
La Candelaria, en el estado Lara, y formó parte del seno de una familia
campesina junto a sus ocho hermanos. Desde muy pequeño mostró inclinación por la música y la cultura, y luego de terminar
sus estudios académicos en Carora, se mudó a Trujillo donde formalmente inicia
su carrera musical y se enamora del instrumento con el que lo conocerían poco
tiempo después: la guitarra.
Mientras aprendía música con el renombrado maestro,
compositor y director de orquesta, Laudelino
Mejías, tuvo que realizar oficios
muy disímiles para ganarse la vida; desde tipógrafo, mecanógrafo, corrector
de pruebas periodísticas, hasta guitarrista popular. Sin embargo, eso le otorgó
la experiencia que necesitaba para trasladarse a Caracas, para profundizar en
sus estudios de guitarra.
A los 22 años ingresó a la Escuela Superior de Música José
Ángel Lamas, y no sólo tuvo destacados tutores, como Vicente Emilio Sojo, sino que trabajó con el autor del Alma
Llanera, Pedro Elías Gutiérrez.
Realizó recitales y su música era muy sonada en la radio. Con mucha rapidez se
convirtió en un guitarrista muy virtuoso y popular a nivel nacional.
A partir de 1950, viajó a España y se preparó en el Conservatorio
de Música y Declamación de Madrid. Hizo presentaciones en esa
ciudad, en Barcelona, Valencia y Granada. Y al conocer Italia, la convierte en su segunda patria, dedicándole gran parte
de su vida tras enamorarse y formar una familia.
Díaz viajó por Europa junto a artistas como Estévez, Kostelanez y Frubek, y dio a conocer su estilo llevando sus orígenes latinoamericanos y
venezolanos al tocar la música popular y tradicional de su país. Y con el
tiempo, empezó a ser considerado como uno de los maestros más brillantes del
mundo.
La “Guitarra de Venezuela” murió el pasado 5 de julio, a sus 92 años de edad, y su legado y pasión
por la música seguirán siendo celebrados y aclamados por nosotros los
venezolanos.
Por Diego Ricol Freyre.
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